Cuaresma, tiempo de
conversión
Queridos hermanos, este miércoles
01 de marzo, en toda la cristiandad se dio inicio al tiempo de cuaresma y como
una forma de refrescar nuestro conocimiento de esta celebración litúrgica es
que queremos informarles respecto a ella.
¿Qué es cuaresma
La Cuaresma es el tiempo
litúrgico de conversión, que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta
de la Pascua. Es tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar
algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo.
La Cuaresma dura 40 días;
comienza el miércoles de Ceniza y termina antes de la Misa de la Cena del Señor
del Jueves Santo. A lo largo de este tiempo, sobre todo en la liturgia del
domingo, hacemos un esfuerzo por recuperar el ritmo y estilo de verdaderos creyentes
que debemos vivir como hijos de Dios.
El color litúrgico de este
tiempo es el morado que significa luto y penitencia. Es un tiempo de reflexión,
de penitencia, de conversión espiritual; tiempo de preparación al misterio
pascual.
En la Cuaresma, Cristo nos
invita a cambiar de vida. La Iglesia nos invita a vivir la Cuaresma como un
camino hacia Jesucristo, escuchando la Palabra de Dios, orando, compartiendo
con el prójimo y haciendo obras buenas. Nos invita a vivir una serie de
actitudes cristianas que nos ayudan a parecernos más a Jesucristo, ya que por
acción de nuestro pecado, nos alejamos más de Dios.
Por ello, la Cuaresma es el
tiempo del perdón y de la reconciliación fraterna. Cada día, durante toda la
vida, hemos de arrojar de nuestros corazones el odio, el rencor, la envidia,
los celos que se oponen a nuestro amor a Dios y a los hermanos. En Cuaresma,
aprendemos a conocer y apreciar la Cruz de Jesús. Con esto aprendemos también a
tomar nuestra cruz con alegría para alcanzar la gloria de la resurrección.
40 días
La duración de la Cuaresma
está basada en el símbolo del número cuarenta en la Biblia. En ésta, se habla
de los cuarenta días del diluvio, de los cuarenta años de la marcha del pueblo
judío por el desierto, de los cuarenta días de Moisés y de Elías en la montaña,
de los cuarenta días que pasó Jesús en el desierto antes de comenzar su vida
pública, de los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto.
En la Biblia, el número
cuatro simboliza el universo material, seguido de ceros significa el tiempo de
nuestra vida en la tierra, seguido de pruebas y dificultades.
La práctica de la Cuaresma
data desde el siglo IV, cuando se da la tendencia a constituirla en tiempo de
penitencia y de renovación para toda la Iglesia, con la práctica del ayuno y de
la abstinencia. Conservada con bastante vigor, al menos en un principio, en las
iglesias de oriente, la práctica penitencial de la Cuaresma ha sido cada vez
más aligerada en occidente, pero debe observarse un espíritu penitencial y de
conversión.
Este año, El Papa Francisco
propone 15 sencillos actos de caridad que él ha mencionado como manifestaciones
concretas del amor de Dios. ¿Aceptas el desafío que te propone nuestro hermano
francisco para esta cuaresma?
15
actos de caridad
1. Sonreír, un cristiano
siempre es alegre!
2. Dar las gracias (aunque
no "debas" hacerlo).
3. Recordarle a los demás
cuanto los amas.
4. Saludar con alegría a
esas personas que ves a diario.
5. Escuchar la historia del
otro, sin prejuicios, con amor.
6. Detenerte para ayudar.
Estar atento a quien te necesita.
7. Levantarle los ánimos a
alguien.
8. Celebrar las cualidades o
éxitos de otro.
9. Seleccionar lo que no
usas y regalarlo a quien lo necesita.
10. Ayudar cuando se
necesite para que otro descanse.
11. Corregir con amor, ni
callar por miedo.
12. Tener buenos detalles
con los que están cerca de ti.
13. Limpiar lo que uso en
casa.
14. Ayudar a los demás a
superar obstáculos.
15. Llamar por teléfono a
tus padres.
EL MEJOR AYUNO
¿Te animas a ayunar en esta
cuaresma?
• Ayuna de palabras
hirientes y transmite palabras bondadosas
• Ayuna de descontentos y
llénate de gratitud
• Ayuna de enojos y llénate
de mansedumbre y de paciencia
• Ayuna de pesimismo y
llénate de esperanza y optimismo
• Ayuna de preocupaciones y
llénate de confianza en Dios
• Ayuna de quejarte y
llénate de las cosas sencillas de la vida
• Ayuna de presiones y
llénate de oración
• Ayuna de tristezas y
amargura y llénate de alegría el corazón
• Ayuna de egoísmo y llénate
de compasión por los demás
• Ayuna de falta de perdón y
llénate de actitudes de reconciliación
• Ayuna de palabras y
llénate de silencio y de escuchar a los otros
Si todos intentamos este
ayuno, lo cotidiano se llenará de:
PAZ, CONFIANZA, ALEGRÍA Y
VIDA
Gabriel A. Salgado P.
tiempodealabanza@gmail.com
Taken from: Arciprensa 2017