"¡Vivamos la Cuaresma con Esperanza Renovada!"
Queridos hermanos y Amigos: Los cristianos del mundo estamos en estos 40 días, en la preparación de los que será la rememoración de la obra de amor más gloriosa y sorprendente que el universo tenga noticia. Esto es la entrega y sacrificio voluntario del mismo Dios de dioses y Señor de todo lo creado para salvar de la muerte y destrucción al género humano que había perdido el camino.
Sin tener la necesidad ni la
obligación de hacerlo, sólo movido por su amor y misericordia, Jesús, Dios
hecho hombre, se entregó para morir en cruz, encarnecido y humillado y pagar
así con su sangre el precio por tu salvación y la mía.
Qué muestra más grande de amor.
La pregunta que ahora me nace es ¿Existe forma de pagar por tan magno
sacrificio? La respuesta es un rotundo
no… No hay forma de pagar tan grande sacrificio y tan excelsa muestra de
amor, pero sí tenemos un hermoso desafío. El desafío es hacer de nuestras vidas
una imitación de la vida de Jesús. ¡Estas dispuesto a aceptarlo?
"Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados" Ef. 5:1
Seamos Imitadores de Cristo
Una persona dijo que nuestra vida cristiana
debiera estar marcada por un constante esfuerzo de imitación de la vida de
Jesús. Esto me recuerda una historia acerca de mi querido Francisco de Asís.
Cuentan que al comienzo de su vida en comunidad, sus hermanos se extrañaban que
el leyera tan poco la biblia y que acudiera a ella sólo cada 2 o 3 semanas, leyéndola
un poco y no la volviéndola a abrir hasta pasado ese tiempo. Intrigado, uno de
sus hermanos menores le preguntó un día: ¿Hermano Francisco, porqué no lees la
biblia todos los días sino que lo haces sólo cada 2 o 3 semanas? Francisco le
respondió: Leo un poco de la palabra y dejo pasar tanto tiempo, porque quiero
hacer vida en mi vida cada uno de los pasajes que recorro cada vez que la abro.
Si decides ponerte a caminar tras
la imitación de Jesús, lo primero que debes saber es que aparte de tu buena
voluntad, debes invitar al Espíritu Santo a caminar contigo ya que solo El
tiene el poder para hacer los cambios que Dios quiere efectuar en nuestras
vidas. Este proceso se llama santificación. No puedes reproducir el carácter de
Jesús si dependes de tu propia fuerza. Por el contrario, debes confiar y
prestar atención al Espíritu que mora en nosotros y dejarte conducir por El.
“En la medida en que el Espíritu
de Señor opera en nosotros, nos parecemos más a él y reflejamos más su gloria” 2
CORINTIOS 3:18
No te desanimes en tu camino.
Pruebas vendrán tenlo por seguro. No te olvides que el enemigo querrá que dejes
tu decisión de lado y recurrirá a todo su arsenal para hacerte desistir. Pero
debes tener claro que la madurez espiritual no es instantánea ni automática; es
un desarrollo gradual y progresivo que llevará el resto de tu vida. Nuestra
transformación espiritual se completará cuando por fin estemos con EL.
Libérate del hombre viejo que hay en ti
El primer paso para comenzar a seguir los
pasos de Jesús es procurar empezar a actuar de una manera nueva. Tendrás que
abandonar algunas rutinas viejas, desarrollar hábitos nuevos y cambiar intencionalmente
tu manera de pensar. Nada es imposible para Dios. La oración y los sacramentos
son un apoyo fundamental para avanzar en esta etapa.
Hay dos partes en el crecimiento
espiritual: La voluntad de cambiar y producir el cambio. Poner toda nuestra
voluntad en cambiar es nuestra responsabilidad, el producir el cambio es tarea
del Espíritu Santo. Sinceramente creo que toda transformación en la vida del
hombre y el consiguiente crecimiento espiritual es un esfuerzo de colaboración
entre nosotros y el Dios.
La palabra respalda lo que les
digo cuando te dice: "Mira que te mando que te esfuerces y
seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en
dondequiera que vayas." Josué 1:9Cambia tu manera de pensar, ya que como según como pienses será tu estado de ánimo y este es determínate en tu forma de actuar. Por ello es que es fundamental cambiar nuestros viejos patrones mentales y adecuar tu manera de pensar y ver las cosas a la de Jesús, respecto a ti mismo, al pecado, a otras personas, a la vida, a tu futuro y a todo lo demás.
“Cambien su manera de pensar para que así cambien su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que es grato, lo que es perfecto.” ROMANOS 12:2
El segundo paso es que dejes que
su palabra te transforme. En estos tiempos que corren y todo se pone en duda,
los Cristianos estamos constantemente siendo probados en nuestra confianza en
Dios y su palabra. Muchos relativizan la autoridad de las sagradas escrituras,
pero debemos en todo tiempo mantener nuestra confianza en que la biblia es
palabra de Dios y por lo tanto está llena de autoridad y esta certeza debe
llenar tu vida. Opta por la Biblia como la máxima autoridad, a pesar de la
cultura, la tradición, la razón o la emoción. Recuerda la promesa de Jesús:
“Si vosotros permaneciereis en mi
palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la
verdad os hará libres” JUAN 8:31-32.
Es sobrenatural la experiencia
que tienen aquellas personas que hacen del estudio de la palabra de Dios un
hábito en sus vidas. En primer lugar, la fe se ve fortalecida, nos muestra la
perspectiva de Dios frente a los hechos que acontecen en nuestras vidas y la
forma que nos sugiere para abordarlos, nos conduce a una intimidad con nuestro
creador y con su hijo mediante el conocimiento de su forma de ver la vida. Que
preciosa forma de vivir en intimidad con su amor, sabiendo lo que nuestro
creador piensa, cómo actúa y cómo nos ama.
“Toda palabra de Dios es digna de crédito” Proverbios
30:5
Gabriel Salgado P.