Les quiero
compartir un gran secreto que me ha acompañado a lo largo de mi vida de caminar
con el Señor. Nace de mi corazón hacerlos partícipes de ello, porque con su
conocimiento, el PADRE derramará una lluvia de bendiciones para sus vidas.
¿Quieren que se los comparta? Bien, partamos con la lectura de la palabra. Esta
está tomada del antiguo testamento, del libro del génesis is dice así:
…”Aconteció
después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él
respondió: Heme aquí. Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien
amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los
montes que yo te diré. Y Abraham se levantó muy de mañana, y enalbardó su asno,
y tomó consigo dos siervos suyos, y a Isaac su hijo; y cortó leña para el
holocausto, y se levantó, y fue al lugar que Dios le dijo. Al tercer día alzó
Abraham sus ojos, y vio el lugar de lejos. Entonces dijo Abraham a sus siervos:
Esperad aquí con el asno, y
yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a vosotros. Y tomó Abraham la leña del
holocausto, y la puso sobre Isaac su hijo, y él tomó en su mano el fuego y el
cuchillo; y fueron ambos juntos. Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo:
Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la
leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto? Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el
holocausto, hijo mío. E iban juntos. Y cuando llegaron
al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la
leña, y ató a Isaac su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña. Y extendió
Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo. Entonces el ángel
de Jehová le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él
respondió: Heme aquí. Y dijo: No
extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que
temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único. Entonces alzó Abraham sus ojos y
miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos;
y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo.
Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Jahveh proveerá.(Jahveh Jiréh)
Dios probó la fe de Abraham al pedirle que sacrificara a su único hijo, Isaac,
como una ofrenda quemada. Asombrosamente Abraham se dispuso a hacerlo. Llevó a
Isaac con él al monte Moriah, para cumplir lo que su Dios le había pedido. Ahora
te pido que tengas en cuenta 3 elementos fundamentales y que y que en pasaje he
subrayado. El dijo a sus siervos para que les esperasen: “adoraremos” y “volveremos”. El tercer elemento viene enseguida y es la
respuesta de Abraham a la pregunta de Isaac sobre “dónde estaba el cordero para el
sacrificio”. Abraham sin dudarlo le responde a su hijo:” Dios se proveerá de
cordero para el holocausto, hijo mío”. No te preocupes mi amor, que el Dios que
nosotros seguimos es un Dios fiel y leal y EL, el Jiréh, nos proveerá aunque
por ahora no lo veamos.
Qué fe más
absoluta, qué confianza sin límites en el creador. Estas 3 declaraciones marcadas
arriba con rojo, son la evidencia más absoluta y necesaria que nos revelan la manera
incondicional en que este hombre ponía todo su ser y lo que más amaba, su único
hijo, en manos de su Creador. Esta es la fe incondicional que Abraham tenía en
su SEÑOR. Abraham sabía, sin ninguna sombra de duda, que si Dios le pedía en
sacrificio a su propio hijo, este haría “algo”, en su sobrenatural poder, que
le restituiría a su bien amado retoño sano y salvo. Tenía fe para creer que si
mataba a su hijo, Dios lo levantaría de los muertos.
Ese es
Jahveh Jiréh, que así como lo hizo aquel día con mi hijo Felipe, me sigue ayudando y
proveyendo permanentemente en mi vida y en la vida de miles de cristianos que
ponen sus esperanzas en El.
Es ese Jahveh
Jiréh, que no cambia y sigue siendo el mismo ayer, hoy y siempre.
Es El, el
que me hace exclamar de júbilo y confianza “En paz me acostaré, y así mismo me dormiré; porque solo tú
Jahveh, me haces vivir confiado”.(Salmo 4:8)El es el que está a tu puerta este día para tener un encuentro contigo, porque...El quiere ayudarte.
En mi servicio a Dios y en los lugares que me ha permitido visitar durante estos años, he conocido tanta gente que siendo cristianos, viven esclavos de la pena, la miseria y el dolor. Todo ello porque ignoran o no creen que tenemos un Dios poderoso y amoroso que no dudó en enviara su propio hijo para darnos " vida y vida en abundancia". Amigo y hermano, ¿ Porqué tienes que vivir una vida de angustias, enfermedades, con faltas de esperanza respecto a tu futuro y al de los tuyos, si tienes por Padre a Jahveh Jiréh, dueño de todo lo creado? ¿No crees que es hora de romper con toda la miseria que te rodea y de pedirle a EL que sea tu proveedor?
Jahveh Jiréh,
El Señor proveedor, es el que quiere proporcionarte lo que en este instante te falta.
Si sientes
que necesitas del El, te propongo buscar un lugar tranquilo y decirle de corazón:
“Padre
Celestial, vengo a tu presencia esta hora para ponerme a tus plantas y
suplicarte que vengas a mi vida.
Tu
mismo, Jahveh Jiréh, que ayudaste a Abraham supliéndole de lo que necesitaba,
te ruego que en tu gran misericordia
vengas a mi vida y suplas lo que en este instante necesito con urgencia (…nombra
lo que necesitas). Necesito de ti Señor, ayúdame Jahveh Jiréh. Pongo a tus
plantas mi vida y con toda la fé que en mi vida pueda haber, te ruego que
escuches mi oración.Te lo pido, en el nombre de Jesús, mi Salvador
Amén”