La vida es hermosa si tienes a Dios contigo

Hermanos y Amigos

Photobucket

El Sí de María


El Sí de María

Queridos hermanos y amigos, ahora que entramos en el mes en que todos los cristianos celebramos, con un solo corazón, un aniversario más de la llegada de nuestro salvador Jesucristo, nuestro ser grita con toda la creación: ¡Jesús, el Mesías, el hijo de Dios, Ha llegado, aleluyah!. En esta fecha, en que nuestra esperanza de un mundo mejor se renueva con la llegada del hijo de Dios, quiero compartir mi alegría con ustedes y por ello les deseo que reciban un afectuoso saludo navideño, con todos los parabienes de un año 2011 mejor.
En el humilde establo de Belén, El vino al mundo anteel corazón extasiado de sus padres. El asno y el buey le dieron calor. Fue creciendo como todos los niños, pero dotado de una sabiduría sobrenatural. Llegó a los treinta años. Empezó a predicar una doctrina nueva. Un subvertidor que llegó a inaugurar la idea del espíritu en el mundo. Un amor universal desconocido: "Amaos los unos a los otros".
Sin embargo, en ningún caso en desmedro de lo trascendental de la obra de mi salvador Jesucristo, mis pensamientos se van hacia la persona que con su Sí hizo posible la encarnación del hijo de Dios que nos trajo la paz, la prosperidad, la salud y la salvación.
Esa será nuestra reflexión el día de hoy, nuestra meditación se centrará en el sí de María. Para comenzar revisemos el texto en que basaremos nuestra reflexión. Este está tomado del evangelio de Lucas y dice así:
“Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María. Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres. Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta. Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. Éste será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón. Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios. Y he aquí tu parienta Elizabet, ella también ha concebido hijo en su vejez; y éste es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril; porque nada hay imposible para Dios. Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.” Lucas” 1.26-38.-

 La historia que nos hace celebrar el natalicio de nuestro salvador tiene su génesis hace 2010 años atrás y comienza cuando el Arcángel Gabriel -que significa “Hombre de Dios”- fue enviado por el mismo Creador a la ciudad de Nazareth - que significa “ciudad blanca”- donde una doncella muy joven, quizás no mayor de 13 o 14 años, llamada María - que significa “Estrella, flor, sublime, amada por Dios”.
Y cuando el ángel estuvo en su presencia le dijo: “¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres”. Otras versiones dicen: “Alégrate, llena de Gracia sobreabundante, el Señor es contigo”.
 Frente a este saludo divino, potente y bendito por su contenido que es al mismo tiempo una misión, una vocación, y una entrega a Dios, María siente un santo temor; es natural. Por eso el ángel le dice: “María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús”
Al ser llamada por su nombre, María se tranquiliza un poco. Lo suficiente como para ser capaz de recibir una confidencia tan extraordinaria que conmoverá los cimientos mismos de la humanidad. Gabriel le informa: “Concebirás” por obra divina, por acción directa del Espíritu Santo, de una manera única y sobrenatural y Al hijo le pondrás por nombre JESÚS, es decir “YAHVE SALVA”, o sea “SALVADOR”.
A las palabras del ángel le sigue un instante trascendental de silencio en el Cielo y en la Tierra. El silencio más importante de toda la historia. Dios mismo se silenció esperando con trepidación la respuesta de una adolescente, humilde y santa.
Y María, no defrauda a Dios, pronunció su “SI”, su “Hágase” con toda su alma, con todo su Ser, y lo hizo en nombre de todos nosotros los Salvados, por su hijo, el “Salvador”.
En aquel instante sucedió algo más grande que la creación del sol, las estrellas, los mares, montañas y de los mismos hombres y ángeles. El hijo de Dios, el verbo eterno, a palabra, el Salvador del mundo, se hizo niño, se hizo hombre, comenzó a vivir en el seno de la Virgen, alimentándose de la misma sangre, latiendo su corazón al unísono con aquel de la madre. Jesús está perfectamente consciente de todo lo que pasa en el seno de María, conoce todo el proceso biológico, todos los movimientos de su madre, escucha perfectamente sus palabras y conoce sus afectos inquietudes y alegrías.
Al aceptar aquella maternidad, lo hace consciente de todo lo que se le viene encima, y no me refiero al dolor de ver a su hijo, carne de su carne, sacrificado en una cruz, me refiero a todos los problemas que este sí le traería en lo inmediato. Ella, casi una niña y prometida en matrimonio, se encuentra voluntariamente embarazada en medio de una sociedad que castiga esta afrenta con la lapidación. De hecho, José, el hombre con quién tenía compromiso de matrimonio, su Betulah, su señor, podía con todo derecho dado por la ley, acusarla de adulterio y ella y su Hijo morirían sin apelación apedreados, y, lo mejor que le podría suceder seria que su prometido le perdonase la vida, pero quedaría como una proscripta, como una mancha para su familia, y su Hijo sería señalado como el hijo de una “harufa” la violada.
Frente a este negro panorama, lo normal, lo que hubiera hecho una adolescente de su edad habría sido decir que no, pero María no lo hace. Tampoco dice un simple “Sí” como si fuese Ella, la que le estuviese haciendo el favor a Dios. No, Ella, la verdadera Pobre de Yahvé, sabe que Dios es el Único dueño de todo, Ella está conciente que no le da nada a Dios, porque dar, significa que uno, se cree dueño de algo. No, María, la Esclava de Señor, esta en completa disposición hacia Dios, Dios no tiene que pedirle nada, es su Dueño, un dueño al que adora, ama y en quien confía, por encima de su prometido, de su familia, de ella misma, no le importa lo que pueda venir, ni siquiera la hacen dudar sus miedos de niña recién hecha mujer. Se pone en sus manos, se abandona enteramente, lo deja que haga, que sea lo que Él quiera. Este nivel de entrega la hace exclamar: “He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra.” O sea, Dios, no tiene que pedirme permiso, estoy a su disposición.
Y la Esclava se convierte en Madre del salvador del mundo, su “Sí” que durará toda su vida, en la que habrá luces y sombras, traerá la salvación a todos.
Llamar a La virgen María salvadora en sentido absoluto sería una herejía, no tenemos más que un Salvador, ese es Jesucristo; salvador en primer lugar de María, pero es irrefutable que ese Salvador debe su existencia humana a María, si ella se hubiera negado, la encarnación no se hubiera producido, y no sabemos si Dios nos hubiese dado otra oportunidad, lo que si sabemos es que la salvación se dio de esta forma y en este tiempo gracias a Dios que lo planeo durante toda la eternidad, pero después gracias a la Virgen María que, sin pensar en ella misma, se donó a Dios y dijo sí.

Oremos:
Padre del cielo y la tierra, en esta hora en que mi corazón está atribulado, me abro a tu gracia y a tu salvación.
Dejo todo lo que de ti me aparta ante tu presencia y me abandono a tu voluntad como un día lo hizo María, madre de mi salvador.
Sólo tú sabes lo que mi ser y vida necesitan, por ello clamo que tomes mi vida y hagas con ella lo que tú creas que es mejor para mí y para mi salvación.
Señor, en esta hora te digo sí. Sí mi Señor, transfórmame. Sí, quiero que vengas a mi vida, Sí, quiero tu salvación y tu perdón, porque lejos de ti perdido estoy.
En el nombre de Jesús:
Amén


Gabriel A. Salgado P
Ministerio de Adoración y Alabanza "KAIROS"
Tiempodealabanza@gmail.com

Jesús y el Centurión

                                                 
           




















                                                                 Jesús y el Centurión

       Hermanos y amigos: Sinceramente creo que una de las frases de la escritura que mejor puede reflejar nuestra realidad frente a la magnificencia de Dios es saber que no somos dignos de que el venga a morar a nuestras vidas, pero que una sola de sus palabras sería suficiente para transformar toda nuestra existencia. Esa es la palabra que hoy vamos a compartir. Una frase que es el perfecto resumen de la vida de todo hombre y mujer que vive en esta tierra y que se enfrenta cara a cara con su creador.
     En el nombre de mi Señor Jesús, te invito a seguir esta reflexión. La palabra dice así:

“Entrando Jesús en Capernaúm, vino a él un centurión, rogándole, y diciendo: Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado. Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré. Respondió, el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará. Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe. Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos; mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes. Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creíste, te sea hecho. Y su criado fue sanado en aquella misma hora.”

Mateo 8,5-13

                                                      Introducción:

       Lo primero que debemos establecer y dejar en claro es que el centurión formaba parte del todopoderoso Ejército del Imperio Romano. La información que poseemos de este formidable y terrible ejército es abundante y procede de los Escritores latinos como: Tácito, Suetonio, Cicerón, entre otros.

A continuación analizaremos algunos rasgos que caracterizaban al Ejército Romano

                                                     Su crueldad

          En la escena de la crucifixión de nuestro Señor en el madero de calvario junto a los 2 ladrones, podemos ver con claridad el nivel de crueldad que podían alcanzar estos soldados. Ellos clavan al madero a sus víctimas de una forma inhumana y mientras esperan la muerte horrorosa y lenta de sus sacrificados se divierten echando suertes sobre la ropa del Señor.

                                                                Arrojo
          Cuando los romanos conquistaron Inglaterra tomaron la decisión de quemar los barcos para no tener la oportunidad de huir, pues la consigna era vencer o morir. ¡Eso se llama arrojo!

                                                              Su disciplina
           Se dice que el ejército romano actuaba como una verdadera máquina de guerra y todo acto de indisciplina era brutalmente erradicado. Cuando se descubrieron las ruinas de Pompeya que fue sepultada por la erupción del volcán Vesubio en el Año 79 de la Era Cristiana, los arqueólogos descubrieron las estatuas de dos soldados que permanecieron firmes en su puesto de guardia y murieron cumpliendo con su deber.
          O el caso en que un soldado fue descubierto ebrio en su guardia, sus superiores ordenaron darle de beber a la fuerza grandes cantidades de vino y luego ordenaron rasgarle con una espada el vientre, lo que provocó que sus vísceras se esparcieran con un mínimo corte. Todo para que la disciplina nunca fuera alterada.
          El centurión de nuestra historia vivía en medio de este clima y podríamos decir, sin temor a equivocarnos, que no se diferencia del resto de sus compañeros soldados. Muy por el contrario, en ese ambiente de arrojo, disciplina y crueldad había que destacarse para llegar a ser un Centurión ya que a su cargo tenía 100 hombres preparados y dispuesto a todo. Sin embargo, al leer lo que la Biblia dice acerca de la conducta de este hombre llegamos a la conclusión de que no podemos condenar a todos los seres humanos por la conducta generalizada de la mayoría.
        Sin embargo, la reacción de este hombre echa por tierra lo que se llama sofisma de observación incompleta. Se le llama sofisma a la manera equivocada de razonar como por ejemplo cuando generalizamos respecto a la conducta de un indivíduo perteneciente a un conglomerado traspasando una conducta particular a todos los miembros de su organización. Por ejemplo cuando decimos:

• Todos los policías son corruptos.
• Todos los abogados son sinvergüenzas.
• Todos los iraquíes son terroristas.
• Todas las mujeres son iguales.

          El ejemplo del Centurión nos enseña que un individuo tiene la capacidad de proceder diferente del resto de los demás. Que ser parte de un grupo, no necesariamente te hace igual al resto.

                                            ¿Qué nos enseña este hombre?

                                                   I. Sensibilidad social

         Este pasaje pertenece al tiempo de la esclavitud cuando la vida de un esclavo estaba a nivel de la vida animal. Lo común hubiera sido despedir al siervo enfermo y reemplazarlo por una más joven y fuerte, pero no procedió así este Centurión porque su corazón estaba lleno de sensibilidad social; es decir, no miró a su prójimo como un animal de carga, sino como un ser humano a quien ayudar en su necesidad.

• El verso 2 dice que el centurión amaba mucho a su siervo.

• Mostró preocupación y sensibilidad por el siervo enfermo porque el mismo se presentó ante Jesús.

                                                 II. Sensibilidad de Espiritu (vs. 6)

                                                     Lo que pensaba de sí mismo.

Verso 6 pues no soy digno de que entres bajo mi techo.

      Este hombre conmueve al hijo de Dios porque hizo lo que Jesús dijo en el Sermón del Monte (Mateo 5:3): Bienaventurados los pobres en espíritu porque de ellos es el reino de los cielos.

• Este hombre hizo lo que mas tarde haría el arrepentido malhechor de la cruz, al exclamar: Nosotros a la verdad, padecemos lo que merecieron nuestros hechos.

• Su sensibilidad espiritual gozó de la bendición de Dios porque la Biblia dice: al corazón contrito y humillado no despreciaras tú, oh Dios.

       Querido amigos y hermanos, el camino de nuestra salvación comienza cuando reconocemos nuestra miseria espiritual. Cuando tenemos un concepto real de nuestra situación espiritual estamos dando el paso inicial y correcto para alcanzar la vida en armonía que el creador pensó desde antes de nuestra concepción para cada uno de nosotros.
     Los católicos poseemos una gran riqueza, instituida por el mismo Jesús y que otras denominaciones cristianas han perdido. Esta riqueza es el Sacramento de la Reconciliación. Cuanta sanación espiritual y del alma en este sacramento y cuantos millones de católicos no utilizamos esta fuente de liberación.
      Cuando arrepentidos nos confesamos al Señor, El, que es rico en misericordia, por boca del sacerdote nos entrega su perdón. Cuanta paz trae al alma escuchar “En el nombre de Jesús te quedan perdonados todos tus pecados”
      El centurión sabía que en su vida había muchos eventos que lo hacían indigno de recibir los favores del Señor. Muertes, abusos de poder, violencia, todo ello propio del cargo que desempeñaba y por la permanente situación de guerra en que vivía. Mas el, sin tratar de ocultar su realidad reconoce ante Jesús su indignidad y lo inmerecido de estar ante su presencia, pero inmediatamente, también reconoce el poder y la autoridad absoluta que tiene Jesús y por ello le dice con convicción “Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará”. Estas palabras están llenas de fé y confianza en la misericordia y el poder de Jesús.
• Fe en Jesús: el centurión se sabe pecador y no lo oculta, pero también sabe que ese Jesús, al que acude buscando socorro, tiene la potestad para anular su vida pasada y la potestad para realizar las cualquier prodigio.
• Confianza en la misericordia de Jesús: (Miser: miserable, desdichado. Cordis: corazón. / capacidad de sentir la desdicha de los demás) El centurión sabe en lo profundo de su corazón que el hombre que tiene frente a El, no se negará ante su petición . Sabe que ese hombre es sensible al dolor humano, ha escuchado durante bastante tiempo que ese hombre que le mira no es indiferente a las miserias que aquejan a los seres humanos. Por ello se cruza confiado en su camino y le pide su ayuda.
       Hermano, amigo, yo no sé en qué condición se encuentra tu corazón el día de hoy. No sé como anda tu vida, pero de lo que estoy seguro es que si necesitas urgente la ayuda de Dios en tu existir el sabrá recibirte y cobijarte entre sus brazos amorosos para entregarte la paz y la y la buena vida que tú necesitas. El único requisito es que reconozcas ante su presencia la pobreza que existe en tu corazón y confiado le pidas su ayuda.
     Si la soledad está tocando a tu puerta, si la enfermedad se ha transformado en tu indeseable compañera, si los problemas económicos te tienen agobiado, si la muerte ha llegado y te ha arrebatado a quién más querías, si la vida que llevas hasta hoy está llena de vicios y pecados, si sientes que ya no hay siquiera 1 razón para seguir viviendo, entonces te motivo a que des el paso de fe que el Centurión dio hace un tiempo atrás y habla con Jesús. Cierra tus ojos y dile:

“Señor Jesús: Sé muy bien que no soy digno que tú escuches mi oración, más también sé que tú eres un Rey de gran misericordia que no rechaza al hombre que viene con un corazón sincero a tu presencia.
Es por ello que en este momento vengo a pedirte que perdones mis pecados y te ruego que vengas a vivir a mi corazón. Señor, mi vida necesita un cambio radical que sólo tú puedes obrar en mi existir.
Ven Jesús, ayúdame Jesús, te necesito Señor”.
Amén




Gabriel Salgado
http://tiempodealabanza.blogspot.com/

Oración de Protección

ORACIÓN DE PROTECCIÓN

San Pablo declara que nuestra lucha no es contra carne ni sangre, sino que contra huestes espirituales, vale decir, los cristianos estamos en una lucha permanente contra enemigos que no son palpables en el plano físico y que buscan constantemente apartarnos del Padre de amor que tenemos dejándonos expuestos a su influencia y a todo el mal que puedan ellos mismos o sus seguidores ocasionarnos.

Sinceramente debo contarles que años atrás, la afirmación anterior me habría sonado a exageración, como a ti ahora puede parecerte. Eso es precisamente lo que el enemigo quiere hacerte creer. Te susurra: “no hagas caso, el diablo no existe” .“Como puede haber gente en el siglo 21 que aún crea esas tonteras”.
 Mas la realidad y el mismo Jesús corroboran su real y maligna existencia. Pedro nos previene a ser sobrios y a estar alerta cuando nos dice: ” Sed sobrios y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;…” 1 Pedro 5,8

Sin embargo, no debemos creer, ni por un instante, que estamos como pobres corderos a expensas del león que nos acecha. Muy por el contrario, hermanos y amigos, los seguidores de Cristo tenemos muchas armas para defendernos y contraatacar a nuestros enemigos. Una de ellas y la más poderosa es la misma sangre de Jesús. Aquella Preciosa Sangre, derramada en el madero por tu salvación y la mía,es la que destruye fortalezas y hace huir despavorido al enemigo y sus huestes.

Por ello, Hoy te invito a protegerte y a proteger a los tuyos de todo peligro y maldad, tanto en el plano físico como en el espiritual, repitiendo la siguiente oración de protección y no quedarás defraudado.
 Comienza cada jornada haciendo esta oración y verás como la protección del altísimo te acompañaran a tí y a los tuyos
Busca un momento a solas con Jesús y repite con fé:

ORACIÓN DE PROTECCIÓN

Señor Jesucristo, en tu nombre y con el poder de tu sangre divina, sello a toda persona, hechos o acontecimientos a través de los cuales el enemigo y mis enemigos quieren hacerme daño.

En virtud de la sangre de Cristo, derramada en la cruz del calvario, sello toda potestad destructora en el aire, en la tierra, en el agua, en el fuego, debajo de la tierra, en las fuerzas satánicas de la naturaleza, en los abismos del infierno y en el mundo en el que nos movemos hoy.

Con el poder de la Sangre de Jesús, rompo todo poder y acechanza del maligno. Te pido Jesús envíes a mi casa y lugar de trabajo a los santos ángeles Miguel, Gabriel y Rafael y toda tu corte de servidores.

Con el poder de la Sangre de Jesús, sello mi casa, todos los que la habitan (nombre de cada uno) las personas que el Señor permitirá que lleguen a ella, así como los alimentos y todos los bienes que el Señor generosamente nos da para nuestro sustento.

Con el poder de la Sangre de Jesús, sello la tierra, nuestras puertas, ventanas, objetos, paredes y pisos, el aire que respiramos y en fé coloco un círculo de su Sangre Preciosa alrededor de mi familia. Con el poder de la Sangre de Jesús, sello los lugares y las personas con la que voy a tratar hoy día. Con el poder de la Sangre Preciosa, sello los actos, la mente y el corazón de todos los habitantes y dirigentes de mi país para que tu paz y amor al fin reinen en el.

Te agradezco, Señor Jesucristo, por tu Sangre y por tu Vida, ya que gracias a ellas hemos sido salvados y somos preservados de todo lo malo.



Por Jesucristo mi Señor

Amén

 
Gabriel A. Salgado P.
http://tiempodealabanza.blogspot.com/

Jesús quiere sanarte hoy


Jesús quiere sanarte




La palabra que quiero compartir con ustedes , la escuché por primera vez de labios dé el predicador católico colombiano, Salvador Gómez, y fue de tal impacto en mi vida que ahora que han pasado muchos años desde que la escuché aún sigue golpeando mis oídos su mensaje como el primer día. ( cielo y tierra pasarán, más mis palabras no pasarán. Lc. 21,33). Este mensaje está lleno de simbolismos y de enseñanzas que podemos aplicar a nuestra vida diaria.



El mensaje está tomado del texto de Marcos 10, 46 – 52. La palabra dice así:

“46 Llegan a Jericó. Y cuando salía de Jericó, acompañado de sus discípulos y de una gran muchedumbre, el hijo de Timeo (Bartimeo), un mendigo ciego, estaba sentado junto al camino.

47 Al enterarse de que era Jesús de Nazaret, se puso a gritar: «¡Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí!»

48 Muchos le increpaban para que se callara. Pero él gritaba mucho más: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!»

49 Jesús se detuvo y dijo: «Llamadle.» Llaman al ciego, diciéndole: «¡Animo, levántate! Te llama.»

50 Y él, arrojando su manto, dio un brinco y vino donde Jesús.

51 Jesús, dirigiéndose a él, le dijo: « ¿Qué quieres que te haga?» El ciego le dijo: «Rabbuní, ¡que vea!»

52 Jesús le dijo: «Vete, tu fe te ha salvado.» Y al instante, recobró la vista y le seguía por el camino”. (Biblia de Jerusalen)



La palabra nos habla que Jesús una vez saliendo de Jericó, Lugar en el que no se manifestó su gracia y poder por la poca fé de sus habitantes, rodeado por sus discípulos y la multitud que siempre lo seguía, oye a la distancia una voz que le llama por su nombre moviéndole a detenerse. El que daba voces para llamar la atención del Señor era El ciego Bartimeo que como era usual en esos tiempos, vivía de la caridad del pueblo a las puertas de la ciudad ya que todas las personas que tenían algún defecto físico tenían prohibido ingresar a ellas.

La biblia dice que este se encontraba sentado junto al camino mendigando y que cuando por el murmullo de la gente que era el mismo Jesús que se acercaba se puso a gritar “: «¡Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí!». El sabía que la oportunidad de liberarse de su ceguera y de la condición miserable de vida que llevaba hasta ese entonces difícilmente se volvería a repetir. Era el Señor Jesús el que pasaba y con El pasaba la sanación y la vida.

Sin embargo, hubo “muchos que le increpaban para que se callara”. ¿Cuantas veces sucede lo mismo en nuestros tiempos? Cuantas veces nuestras amistades, familiares nos dicen que no le pidamos a Dios por nuestros problemas y males que nos aquejan sugiriéndonos conformarnos con nuestros males o buscar su solución en lugares alejados de su amor gracias y protección como son la brujería, chamanismo, curanderos. Más, ¿qué hizo el ciego?, ¿Guardó silencio? NOOO!, por el contrario, el gritaba con más fuerza! Con tal ímpetu, su clamor llegó a los oídos del Salvador.

Hermano y amigo, no desfallezcas en tu clamor, no permitas que la duda y el mundo te hagan perder la fe. Jesús quiere ayudarte, no te canses de llamarle y pedirle. Jesús no es indiferente al dolor de sus hijos. Por ello al escuchar los gritos que sobrepasa el bullicio de la multitud, se detiene y hace que llamen a quién pronuncia su nombre. Algunos le dicen a Bartimeo « ¡Animo, levántate! Te llama.» Esas personas son aquellas que Dios pone a nuestro lado para acompañarnos y apoyarnos en nuestros dolores. EI inmediatamente, “arrojando su manto, dio un brinco y vino donde Jesús”. Aquí tenemos otra enseñanza preciosa y profunda. El manto que llevaba el mendigo, generalmente fabricado de pelo de camello, significaba para todo para él. Era su protección contra el frío del desierto, era un techo para en los días de calor, era su casa, su abrigo y su protección. Pero, al escuchar la voz del Maestro no lo piensa 2 veces y dejando de lado sus seguridades corre al encuentro de su Señor que le llama.

Este paso de fe no queda sin recompensa de parte de Jesús. Nuestro Señor es tan precioso en sus amores y tan profunda su misericordia que tras preguntarle « ¿Qué quieres que te haga?» le concede la sanación que tanto anhela y la total liberación de sus males diciéndole: «Vete, tu fe te ha salvado.»

Amigo y hermano, si te encuentras en un momento de tu vida en que la enfermedad física o espiritual, el dolor o la soledad son tu permanente compañía, haz como el ciego de Jericó. Como Bartimeo llama a Jesús. Aunque todo el mundo te diga que tu problema no tiene solución o que es inútil pedirle a Dios, no te desanimes y llama a Jesús y El te dará su sanación.

Cierra tus ojos y dile:

Padre celestial, en esta hora te pido que perdones mis pecados y restaures mi vida.

Creo que tu hijo Jesús murió y resucitó por mí; para darme la salvación y para que yo tuviese vida en abundancia.

En esta hora, acepto a Jesucristo como mi único rey y Señor y lo proclamo Rey y Señor de mi vida.

Acepto para mí la gracia que a precio de sangre Jesús me dio al derramar su sangre en la cruz del calvario y te pido que por su sangre y con el poder del Espíritu Santo me ayudes y sanes de todos mis males y enfermedades.

En el nombre de Jesús

.Amén

http://tiempodealabanza@gmail.com

tiempodealabanza@gmail.com

"¿A quién debemos orar; al Padre, al Hijo, o al Espíritu Santo?"

"¿A quién debemos orar; al Padre, al Hijo, o al Espíritu Santo?"

Durante este último tiempo han surgido ciertos cuestionamientos y dudas respecto a lo erroneo que sería orar al espíritu santo, siendo que la nuestras plegarias debieran estar dirigidas sólo al Padre. ¿ Qué nos dice la palabra al respecto?

Hemos buscado en ella una respuesta y consideramos que sus planteamientos nos invitan a los cristianos a dirigir nuestras plegarias y toda oración a nuestro trino Dios - Padre, Hijo y Espíritu Santo.

La Biblia enseña que podemos orarle a uno o a los tres, porque los tres son Uno.
-  Oramos al Padre con el salmista, “Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, porque a Ti oraré.” (Salmos 5:2)

Oramos al Señor Jesucristo, como al Padre, porque ellos son iguales. Esteban, mientras era martirizado, oraba, “Señor Jesús, recibe mi espíritu” (Hechos 7:59).
También oramos en el nombre de Cristo. Pablo exhortaba a los creyentes efesios a darle “...gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.” (Efesios 5:20). Jesús le aseguró a Sus discípulos que cualquier cosa que pidieran en su nombre – y si estaba en la voluntad del Padre – les sería concedida (Juan 15:16; 16:23).

Por otra parte, la Biblia también nos motiva a que oremos al Espíritu Santo y en Su poder. Pablo pide al Espíritu que una los corazones de los corintios creyentes (2 Corintios 13:14). Adicionalmente el Espíritu nos ayuda a orar, cuando no sabemos cómo o qué pedir (Romanos 8:26; Judas 1:20).

Con lo anteriormente expuesto, podríamos concluir que cuando oramos a un miembro de la Trinidad, le oramos a todos. Tal vez la mejor manera de entender el papel de la Trinidad en la oración es que oramos al Padre, a través del Hijo, por el poder del Espíritu Santo. Los Tres son Participantes activos en la oración del creyente. Por otra parte, también debiéramos tener la claridad respecto a quién no debemos dirigir nuestra oración. Algunas religiones no cristianas, animan a sus miembros a orar a un panteón de dioses, familiares muertos, santos, y espíritus. Tales oraciones no son respaldadas por la biblia y de hecho son un verdadero insulto a nuestro Padre celestial y en contra de Su expresa voluntad. Para entender el por qué, solo tenemos que ver la naturaleza de la oración. La oración está constituida por varios elementos. 2 de ellos son: la alabanza y la acción de gracias. La oración es, en su esencia misma, adoración. Cuando alabamos a Dios, estamos adorándolo por sus atributos y su obra en nuestras vidas y en el mundo y cuando ofrecemos oraciones y acciones de gracias, estamos adorando su bondad, misericordia, y amorosos cuidados. La adoración da gloria a Dios, el Único que merece ser glorificado. Ahora el problema con la oración a cualquier otro que no sea Dios, es que estamos compartiendo su gloria con quienes no se la merecen y es un acto que se conoce como idolatría. El mismo dice en su palabra que El no compartirá su gloria con nadie. “Yo Yahvé; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas.” (Isaías 42:8 El mismo modo, otros elementos se encuentran en la oración —tales como el arrepentimiento, confesión y petición – también son formas de adoración. Nos arrepentimos sabiendo que Dios es un Dios amoroso y perdonador, que Él ha provisto un medio de perdón en el sacrificio de Su Hijo en la cruz. Confesamos nuestros pecados, porque sabemos que “Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” (1 Juan 1:9) y lo adoramos por ello. Venimos a Él con nuestras peticiones e intercesiones, porque sabemos que Él nos ama y nos escucha, y lo adoramos por Su misericordia y bondad al estar dispuesto a escucharnos y responder nuestros ruegos. Considerando todo lo que hasta aquí hemos visto, podríamos resumir lo presentado en 2 puntos fundamentales:
1. Cuando oramos a un miembro de la Trinidad, le oramos a todos.
2. La oración es una forma de adoración, y la adoración sólo se la merece nuestro Dios.

Paz y bien
Gabriel Salgado

CONOCIENDO AL ESPÍRITU SANTO


"¿Quién eres tú Espíritu Santo?
“Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.” Jn 14,16-17
Amigos y hermanos: Este sábado recién pasado, estuvimos celebrando con nuestro ministerio musical uno de los eventos más trascendentales en la vida de la iglesia y que de hecho, marca su glorioso inicio, la llegada del Espíritu Santo a la comunidad cristiana naciente tras el retorno del Señor Jesucristo a la presencia del Padre. 
¿Quién es este Espíritu Santo tan anunciado por Jesús?  Queridos hermanos y amigos, si hay una persona más interesante e Profunda y misteriosa, esa es la persona del Espíritu Santo. Tierno y dulce como un niño; poderoso y terrible como el más magnífico de los guerreros. Sabio e inteligente. Ha estado a nuestro lado desde hace más de 2000 años enviado por el mismo Padre creador, con la misión de guiar y proteger a su pueblo disperso por el mundo. Su labor ha sido titánica más lo que sabemos acerca de El y su persona son sólo chispazos de su esencia. Es esa fascinación por su persona la que nos mueve a escribir esta reflexión. Les invito a acompañarme en esta dulce aventura.

Hay muchos conceptos erróneos sobre la identidad del Espíritu Santo. Algunos ven al Espíritu Santo como una fuerza, una energía mística. Otros lo ven como el poder impersonal que Dios pone a disposición de los seguidores de Cristo. Energía, fuego, paloma, viento, Todo ello son símbolos de El, pero no son El.

¿Qué dice la Biblia acerca de la identidad del Espíritu Santo?

I.                   El Espíritu Santo es Dios:
 Esto aparece en muchas partes de las Escrituras como: “Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios”. Hechos 5:3-4.
 Pedro confronta a Ananías por haber mentido al Espíritu Santo, y le dice que él “no había mentido a los hombres sino a Dios”. Es una clara declaración de que mentir al Espíritu Santo es mentir a Dios.

I a.- Posee los atributos o características de Dios

1.- Es omnipresente: “¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás”. Salmos 139:7-8

 2.- Es Omnisciente: “Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aún lo profundo de Dios”. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.” 1ª Corintios 2:10  

II. El Espíritu Santo en una persona:

 La Biblia dice que el Espíritu Santo es Dios. Es una Persona, un Ser con una mente, emociones, y una voluntad. Esta persona actúa como Consejero y Consolador, tal como Jesús prometió sería “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.” Jn14,26
• El enseña (1ª Corintios 2:13). “…Hablamos no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual”
• El siente y se entristece (Efesios 4:30) Y no entristezcan al El Espíritu santo de Dios, con el cual fueron sellados para el día de la redención”
 • El intercede por nosotros (Romanos 8:26-27).”Y de igual manera el espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues no sabemos como pedir lo que nos conviene, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles”
• El toma sus propias decisiones (1ª Corintios 12:7-11) “Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.”

Amigo y hermano,  El está esperando que le llames a caminar contigo. Haz de saber que El Espíritu Santo de Dios está aquí desde la partida de Jesús, siendo su representante y ansioso de que le invites a caminar a nuestro lado.


 ¿Y tu, amigo y hermano, que esperas para hacerlo tu aliado, confidente, consuelo y apoyo en tiempos difíciles? Hoy te digo que tienes mucho que ganar y nada que perder.

Te propongo que te tomes un tiempo y buscando un lugar tranquilo le invites a entrar en tu vida haciendo la siguiente oración:


 “Santo y glorioso Espíritu de Dios, en esta hora te pido que vengas a mi vida. Ven, espíritu divino, y manda desde el cielo un rayo de tu luz. Ven, Padre de los pobres, Dios esplendido en tus dones. No hay consuelo como el tuyo, dulce huésped de las almas, mi descanso. Suave tregua en las fatigas, brisa en la hora del bochorno, paz en medio del llanto y la desesperanza. Luz santísima, penetra en mi alma hasta el fondo y ayúdame. Borra el rastro de lo inmundo en mí, llueve tú en mi sequía,¡Ven y sáname!Llevate mi tristeza y dolor. Doma todo lo que es rígido, funde el témpano, encamina lo extraviado. Dame tus sagrados siete dones y carismas. Dame la paz que mi vida necesita, la salvación y perpetua alegría. Nececesito de ti"

AMEN
 Paz y Bien
Gabriel Salgado


PENTECOSTES ayer y hoy

Pentecostés Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas ,como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen. Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo. Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua. Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan? ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido? Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de África más allá de Cirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos, cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios. Y estaban todos atónitos y perplejos, diciéndose unos a otros: ¿Qué quiere decir esto? Mas otros, burlándose, decían: Están llenos de mosto. Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras. Porque éstos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día. Mas esto es lo dicho por el profeta Joel: Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán sueños; Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán. Hchs 2,1-19 ¿Qué era la fiesta de Pentecostés? Pentecostés era: Fiesta de los judíos instituida en memoria de la ley que Dios les dio en el monte Sinaí, que se celebraba 50 días después de la Pascua del Cordero. Por otro lado, esta celebración y esta palabra debieran ser lo que nos llamara más la atención a nosotros los carismáticos por los eventos que en él sucedieron y por la irrupción en la historia del prometido por el mismo Jesucristo poco antes de su partida “El Espíritu Santo”. De hecho, la experiencia carismática debiera ser un continuo y permanente Pentecostés. La reflexión de hoy estará dividida en 2 partes: 1.- Pre-pentecostés 2.- Pentecostés 1.- Pre-pentecostés: Son todos los eventos que preparan este hecho extraordinario; • Jerusalén está llena, de judíos llegados de todos los rincones de la tierra a celebrar las fiestas • Los discípulos están encerrados “Orando” jn, 20:19, sin duda, obedeciendo el mandato de Jesús. 2.- Pentecostés: • Los discípulos están Reunidos en Oración con la Madre de Jesús. Ellos constituyen la primera comunidad cristiana. Es importante detenernos en este punto y descubrir que enseñanza nos deja esta palabra. Aunque todo parecía adverso, ellos oraban. Aunque la duda a veces les acechaba y veían tan remota y extraña la promesa de Jesús, ellos no dejaban de orar. En medio de las dudas que a diario nos acechan. Cuando nos visitan la angustia y el dolor, o cuando la enfermedad y la muerte llegan a nuestro lado ¿Nos mantenemos firmes en la oración como los discípulos que esperan por la gran promesa de Jesús o nos dejamos vencer por la contrariedad? Y ¿Qué hacía la comunidad? Oraba, llevaban semanas en esta actitud: Orar y esperar, orar y esperar. ¡Y qué sorpresa le tenía preparada el Padre! Y es que cuando la comunidad se reúne en un mismo lugar y ora, Dios responde. ¿Que vivió la comunidad en Pentecostés? De pronto, algo que escapa al del control del hombre irrumpe en el lugar. Cuando Dios quiere sorprende actuando libre y soberanamente. ¡¡La gran promesa por fin ha llegado. El Santo Espíritu imponente y todopoderoso se presenta en medio de esta oración!! “Aparecen lenguas de Fuego (el fuego que purifica y transforma), que se posan sobre cada uno de los presentes sin distinción, El Espíritu Santo los unge a todos. Es el poder y presencia de Dios (Isaías 66,15). Todos quedaron “Llenos”, no hay espacios para las dudas, los temores, pasiones, debilidades, pecado, depresiones, angustias, rencillas, satanás. NO HAY ESPACIO PARA NADA MÁS- ¿Qué es Pentecostés para nosotros hoy? Pentecostés, es una fecha y tema central en la iglesia de Cristo pues indica el comienzo de iglesia del Señor en la tierra. Pentecostés no es un evento lejano y que quedó enraizado en los pliegues del pasado, es y debe ser una realidad tan efectiva y actual como la vivida por los discípulos. En medio de la vorágine en la que vivimos en nuestros tiempos, muchos cristianos estamos viviendo la acción poderosa del Espíritu Santo en nuestras vidas y en medio de nuestras comunidades. Pentecostés fue sólo el comienzo de la acción y misión poderosa del Paráclito en la tierra y que no se detendrá hasta la venida de nuestro salvador Jesús. El Espíritu Santo es el que ha mantenido la acción de la iglesia desde sus inicios y la que por su gracia puede decir que se ha mantenido firme por más de 2.000 años. ¿Quieres un cambio en tu vida; vivir tu propio pentecostés? : 1.- Confiesa tus pecados a Dios, 2.- Perdona a quienes te han dañado y perdónate a ti mismo. 3.- Congregarte, los discípulos lo recibieron cuando estaban reunidos en oración. FELIZ PENTECOSTÉS

Jesús calma la tempestad

Jesús calma la Tempestad Texto: Marcos 4:35-41: «Ese día al anochecer, les dijo a sus discípulos: —Crucemos al otro lado. 36 Dejaron a la multitud y se fueron con él en la barca donde estaba. También lo acompañaban otras barcas.37 Se desató entonces una fuerte tormenta, y las olas azotaban la barca, tanto que ya comenzaba a inundarse.38 Jesús, mientras tanto, estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal, así que los discípulos lo despertaron. —¡Maestro! —Gritaron—, ¿no te importa que nos ahoguemos? 39 Él se levantó, reprendió al viento y ordenó al mar: —¡Silencio! ¡Cálmate! El viento se calmó y todo quedó completamente tranquilo. 40 —¿Por qué tienen tanto miedo? —dijo a sus discípulos—. ¿Todavía no tienen fe? 41 Ellos estaban espantados y se decían unos a otros: —¿Quién es éste, que hasta el viento y el mar le obedecen?» Introducción: Una tormenta en el mar es algo bien impresionante. Pero hay tormentas que azotan a la vida de toda persona que son tan impresionante como la encontrada en el mar Esta historia muestra que nuestro SALVADOR no solamente tenía autoridad para sanar los cuerpos de los enfermos y resucitar muertos, sino que toda la naturaleza estaba sujeta a Él. Esto prueba que el CRISTO DIVINO es SEÑOR de la Naturaleza. El lago de Galilea era famoso por sus tempestades. Se producían inesperadamente y tan de pronto que sorprendían y aterraban. La tormenta estaba azotando con tanta fuerza, que el barco comenzaba a hundirse. Hay dos cosas que tenemos que ver en cuanto a la tormenta: a. La Tormenta que azotaba. — Las circunstancias habían cambiado y todo parecía que iba a perecer. El viento de la adversidad azota de diferentes maneras. Sí, tal vez no estemos en el mar en medio de una tormenta, pero es muy probable que tormentas de problemas y de adversidad ataquen la vida de uno. Los negocios fallan y la gente queda desempleada. La enfermedad, o la muerte vienen a destruir. Todas son circunstancias que han azotado al ser humano por siglos. b. Las olas adentro del barco. — Un barco en el mar puede aguantar una tormenta, pero cuando el mar entra en el barco, la esperanza se fuga. Podemos usar el ejemplo de cuando la desesperanza y las dificultades llegan hasta el punto de invadir el alma del cristiano, toda esperanza de seguridad desaparece y viene la desesperación, la angustia, nos sentimos a punto de zozobrar. Así estaban los discípulos. ATERRADOS!!! Y ¿Qué hacia nuestro buen JESÚS? Dormía plácidamente. Estaba cansado y se había quedado dormido. Hay algo fundamental debemos observar en cuanto a esta Paz de nuestro SEÑOR y que nos deja una gran enseñanza. El que JESÚS estuviera dormido en medio de una tormenta tan fuerte, sugiere para nosotros su más absoluta confianza en su padre celestial. Ejemplo digno de ser imitado, ahora que lo tenemos sentado a la diestra del Padre, revestido todo El de poder, gloria y majestad. JESUCRISTO es Dios y debemos tener confianza en Él. El Salmo 3:5 dice; «Me acuesto tranquilo y me duermo enseguida por que sólo tú señor me haces vivir confiado.»ii. Proverbios 3:24 dice: «Al acostarte, no tendrás temor alguno; te acostarás y dormirás tranquilo”. Los discípulos aterrados preguntan a Jesús — “¡Maestro! —gritaron—, ¿no te importa que nos ahoguemos?” dice el Texto que hemos leído en Marcos. Mateo 8:25 dice: “¡Señor —gritaron—, sálvanos, que nos vamos a ahogar!”. Lucas 8:24 dice: “—¡Maestro, Maestro, nos vamos a ahogar! —gritaron.” Lo anterior nos muestra que todos gritaban a la misma vez. El miedo se había apoderado de ellos, olvidando algo fundamental: Olvidaron que con ellos estaba el mismo Hijo de Dios. El que JESUCRISTO durmiera tranquilo en medio de la tormenta, nos muestra una conciencia tranquila y confianza absoluta en su Padre; y por parte de los discípulos falta de fe, terror frente a la muerte que viene de un alma que no está reconciliada Dios y que tiene asuntos que resolver con ella misma y con sus hermanos. Peleas, envidias, faltas de perdón, pecados, soberbias, obstaculizan el fluir de la paz de Dios en la vida de la persona dejándola expuesta a los devenires de la vida. Pero lo que domina toda la escena, es el recurso unánime de los pobres discípulos a Aquel único que podía salvarlos. Eso nos hace recordar a 1 Pedro 5:7 «Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes.» Y jesús no se hace esperar, con voz llena de autoridad dice a los elementos — “¡Silencio! ¡Cálmate! El viento se calmó y todo quedó completamente tranquilo”. ¡Qué Majestad la de nuestro SEÑOR! Él ordena al viento y a la tormenta, y hay una calma instantánea. Lo que nos deja el texto de hoy es: a. Él no solamente remueve la causa de nuestros males, sino que también remueve el efecto negativo que estos provocan. b. Hermano(a) sólo El tiene el poder para salvarte de las tormentas e inseguridades que están azotando la barca de tu vida y la de los tuyos el día de hoy. ¿Como conseguirlo su socorro inmediato? a. Reconciliarnos con Él y con quienes tenemos faltas de perdón. (sacramentos) b. Mantenernos firmes en la oración. c. Tenerle fè a El y a su palabra. La fé es un don y si sientes que la tuya es poca pídele a Dios que haga crecer la tuya y El lo hará Romanos 8:1-2 dice: “Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús, 2 pues por medio de él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte.” Conclusión: Hermanos, hay muchas tormentas que azotan nuestras vidas el día de hoy. Si sientes que los vientos y las aguas amenazan hoy tu barca hasta casi hacerla zozobrar, te invitamos a que des un paso de Fe. ¿Te aflige alguna tormenta en esta noche? Nuestro SEÑOR JESUCRISTO es el mismo ayer y hoy y por los siglos y está dispuesto a traer la calma a la barca de tu vida. Oremos. Gabriel

Tiempo de Cuaresma "Miercoles de cenizas"

Hermanos y amigos: Este miércoles 17 de Febrero, los cristianos católicos dimos inicio al tiempo de la Cuaresma. La cuaresma debe ser para todos nosotros un tiempo de oración, penitencia y ayuno. Son cuarenta días que la Iglesia marca para la conversión del corazón. Este tiempo de cuaresma se inicia con la imposición de cenizas en nuestra frente y con las palabras: “Concédenos, Señor, el perdón y haznos pasar del pecado a la gracia y de la muerte a la vida” “Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás" Orígenes de la imposición de cenizas Antiguamente los judíos acostumbraban cubrirse de ceniza cuando hacían algún sacrificio y los ninivitas también usaban la ceniza como signo de su deseo de conversión de su mala vida a una vida con Dios. En los primeros siglos de la Iglesia, las personas que querían recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo, se ponían ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad vestidos con un "hábito penitencial". Esto representaba su voluntad de convertirse. En el año 384 d.C., la Cuaresma adquirió un sentido penitencial para todos los cristianos y desde el siglo XI, la Iglesia de Roma acostumbra poner las cenizas al iniciar los 40 días de penitencia y conversión. Las cenizas que se utilizan se obtienen quemando las palmas usadas el Domingo de Ramos de año anterior. Esto nos recuerda que lo que fue signo de gloria pronto se reduce a nada. También, fue usado el período de Cuaresma para preparar a los que iban a recibir el Bautismo la noche de Pascua, imitando a Cristo con sus 40 días de ayuno. La imposición de ceniza es una costumbre que nos recuerda que algún día vamos a morir y que nuestro cuerpo se va a convertir en polvo.Nos enseña que todo lo material que tengamos aquí se acaba. En cambio, todo el bien que tengamos en nuestra alma nos lo vamos a llevar a la eternidad. Al final de nuestra vida, sólo nos llevaremos aquello que hayamos hecho por Dios y por nuestros hermanos los hombres. Cuando el sacerdote nos pone la ceniza, debemos tener una actitud de querer mejorar, de querer tener amistad con Dios. La ceniza se le impone a los niños y a los adultos. Significado del carnaval al inicio de la Cuaresma La palabra carnaval significa adiós a la carne y su origen se remonta a los tiempos antiguos en los que por falta de métodos de refrigeración adecuados, los cristianos tenían la necesidad de acabar, antes de que empezara la Cuaresma, con todos los productos que no se podían consumir durante ese período (no sólo carne, sino también leche, huevo, etc.) Con este pretexto, en muchas localidades se organizaban el martes anterior al miércoles de ceniza, fiestas populares llamadas carnavales en los que se consumían todos los productos que se podrían echar a perder durante la cuaresma. Muy pronto empezó a degenerar el sentido del carnaval, convirtiéndose en un pretexto para organizar grandes comilonas y para realizar también todos los actos de los cuales se "arrepentirían" durante la cuaresma, enmarcados por una serie de festejos y desfiles en los que se exaltan los placeres de la carne de forma exagerada, tal como sigue sucediendo en la actualidad en los carnavales de algunas ciudades, como en Río de Janeiro o Nueva Orleans. El ayuno y la abstinencia El miércoles de ceniza y el viernes santo son días de ayuno y abstinencia. La abstinencia obliga a partir de los 14 años y el ayuno de los 18 hasta los 59 años. El ayuno consiste hacer una sola comida fuerte al día y la abstinencia es no comer carne. Este es un modo de pedirle perdón a Dios por haberlo ofendido y decirle que queremos cambiar de vida para agradarlo siempre. La oración La oración en este tiempo es importante, ya que nos ayuda a estar más cerca de Dios para poder cambiar lo que necesitemos cambiar de nuestro interior. Necesitamos convertirnos, abandonando el pecado que nos aleja de Dios. Cambiar nuestra forma de vivir para que sea Dios el centro de nuestra vida. Sólo en la oración encontraremos el amor de Dios y la dulce y amorosa exigencia de su voluntad. Para que nuestra oración tenga frutos, debemos evitar lo siguiente: La hipocresía: Jesús no quiere que oremos para que los demás nos vean llamando la atención con nuestra actitud exterior. Lo que importa es nuestra actitud interior. La disipación: Esto quiere decir que hay que evitar las distracciones lo más posible. Preparar nuestra oración, el tiempo y el lugar donde se va a llevar a cabo para podernos poner en presencia de Dios. La multitud de palabras: Esto quiere decir que no se trata de hablar mucho o repetir oraciones de memoria sino de escuchar a Dios. La oración es conformarnos con Él; nuestros deseos, nuestras intenciones y nuestras necesidades. Por eso no necesitamos decirle muchas cosas. La sinceridad que usemos debe salir de lo profundo de nuestro corazón porque a Dios no se le puede engañar. El sacrificio Al hacer sacrificios (cuyo significado es "hacer sagradas las cosas"), debemos hacerlos con alegría, ya que es por amor a Dios. Si no lo hacemos así, causaremos lástima y compasión y perderemos la recompensa de la felicidad eterna. Dios es el que ve nuestro sacrificio desde el cielo y es el que nos va a recompensar. “Cuando ayunéis no aparezcáis tristes, como los hipócritas que desfiguran su rostro para que los hombres vean que ayunan; en verdad os digo, ya recibieron su recompensa. Tú cuando ayunes, úngete la cabeza y lava tu cara para que no vean los hombres que ayunas, sino Tu Padre, que está en lo secreto: y tu padre que ve en lo secreto, te recompensará. “ (Mt 6,6)” Conclusión Como vemos, la ceniza no es un rito mágico, no nos quita nuestros pecados, para ello tenemos el Sacramento de la Reconciliación. Es un signo de arrepentimiento, de penitencia, pero sobre todo de conversión. Es el inicio del camino de la Cuaresma, para acompañar a Jesús desde su desierto hasta el día de su triunfo que es el Domingo de Resurrección. Debe ser un tiempo de reflexión de nuestra vida, de entender a donde vamos, de analizar como es nuestro comportamiento con nuestra familia y en general con todos los seres que nos rodean. En estos momentos al reflexionar sobre nuestra vida, debemos convertirla de ahora en adelante en un seguimiento a Jesús, profundizando en su mensaje de amor y acercándonos en esta Cuaresma al Sacramento de la Reconciliación (también llamado confesión), que como su nombre mismo nos dice, representa reconciliarnos con Dios y sin reconciliarnos con Dios y convertirnos internamente, no podremos seguirle adecuadamente. Está Reconciliación con Dios está integrada por el Arrepentimiento, la Confesión de nuestros pecados, la Penitencia y finalmente la Conversión. El arrepentimiento debe ser sincero, reconocer que las faltas que hemos cometido (como decimos en el Yo Pecador: en pensamiento, palabra, obra y omisión), no las debimos realizar y que tenemos el firme propósito de no volverlas a cometer. La confesión de nuestros pecados: el arrepentimiento de nuestras faltas, por sí mismo no las borra, sino que necesitamos para ello la gracia de Dios, la cual llega a nosotros por la absolución de nuestros pecados expresada por el sacerdote en la confesión. La penitencia: Esta empieza desde luego por la que nos imponga el sacerdote en el Sacramento de la Reconciliación, pero debemos continuar con la oración, que es la comunicación íntima con Dios, con el ayuno, que además del que manda la Iglesia en determinados días, es la renuncia voluntaria a diferentes satisfactores con la intención de agradar a Dios y con la caridad hacia el prójimo. la Conversión : Como ya hemos dicho es, ir hacia delante, es el seguimiento a Jesús. Cuaresma es un tiempo precioso para pedir perdón a Dios y a nuestro prójimo, pero es también un tiempo de perdonar a todos los que de alguna forma nos han ofendido o nos han hecho algún daño. Pero debemos perdonar antes y sin necesidad de que nadie nos pida perdón, recordemos como decimos en el Padre Nuestro, muchas veces repitiéndolo sin meditar en su significado, que debemos pedir perdón a nuestro Padre, pero antes tenemos que haber perdonado sinceramente a los demás. Y terminemos recorriendo al revés nuestra frase inicial, diciendo que debemos escuchar y leer el Evangelio, meditarlo y Creer en él y con ello Convertir nuestra vida, siguiendo las palabras del Evangelio y evangelizando, es decir transmitiendo su mensaje con nuestras acciones y nuestras palabras. Sugerencias para vivir la fiesta Asistir a la iglesia a ponerse ceniza con la actitud de conversión que debemos tener. Leer la parábola del hijo pródigo, San Lucas 15, 11-32 o el texto evangélico de San Mateo 6, 1-8. Fuente: Catholic.net Gabriel Salgado

Historia de la celebración de San valentín

Queridos Hermanos y Amigos: Como ya es una tradición, y una oportunidad de oro para los comerciantes de todas nuestras ciudades, millones de parejas en todo el mundo celebrarán mañana el día de San Valentín, pero pocas conocerán la vida de este santo patrón de los enamorados y, menos aún, que no existe un san Valentín, sino tres. Acerca de dos de ellos no se tienen apenas datos. Uno era sacerdote y murió en la persecución contra los cristianos al final del siglo III. El otro falleció mártir en África con un grupo de compañeros. El tercero, más famoso gracias a la popularidad que le han otorgado los centros comerciales, fue un obispo romano que, según las leyendas, fue decapitado en el siglo III por casar parejas en secreto, ya que el emperador lo había prohibido por considerar que los soldados casados no eran tan eficientes como los solteros. Precisamente su reliquia, el cráneo del obispo, se conserva en la Colegiata Santa María la Mayor de Toro, en Zamora, desde el siglo XVI. Mañana, los feligreses podrán venerarla en las eucaristías que se celebrarán en el templo a las 13 y las 20 horas, según ha informado el Obispado de Zamora. Los documentos que se conservan de la época indican que esta reliquia perteneció a Diego Enríquez, capellán del emperador Carlos I, a quien el nuncio del entonces Papa, Pablo III, concedió en abril de 1545 licencia para su colocación en la Colegiata de Toro. La reliquia se encuentra enmarcada por una caja ovalada de plata, obra del siglo XVI, y a la que un siglo después se le añadieron cabezas de ángeles alados en los cuatro extremos. Junto a ella, la Colegiata atesora otras dos representaciones del santo: una imagen neoclásica de gran tamaño realizada en 1788 por Pedro León de Sedano y una tabla que representa su martirio, realizada en la misma época por Baltasar de Coca. Indulgencia por visitar al santo - El nuncio del Papa Pablo III concedió en el siglo XVI «multitud de indulgencias» para los fieles que visitaran la reliquia de san Valentín, aunque tendría que pasar más de un siglo para que se impulsara el culto al santo. - Fue en 1682 cuando el canónigo de la Colegiata de Toro, Valentín Tejederas, consiguió que el Papa Inocencio XI concediera indulgencia plenaria cada siete años a todos los fieles que visitaran la capilla del santo y veneraran su reliquia, además de conceder el Jubileo a los hermanos de la cofradía de san Valentín, una de las más importantes de Toro. Paz y Bien Gabriel (Tomado de La Razón)

¿Qué hacer para que nuestra misión como seguidores de Jesús produzca mucho fruto?

¿Qué hacer para que nuestra misión como seguidores de Jesús produzca mucho fruto? La Gran Omisión Mt 28,16-20.: “Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado. Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban. Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén” Mc 16,15-20: “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán. Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios. Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén.” Lo que acabamos de leer es un mandamiento, ley, orden, ordenanza **Es el mandamiento nº11. Todos los bautizados estamos llamados a cumplir con esta comisión, pero con el tiempo se ha transformado de Gran Comisión a Gran Omisión. ¿Por qué no la cumplimos?: 1.-Ignorancia 2.- Comodidad (flojera) 3.- Cristianos tibios, hacen las cosas a medias, viven de estados de ánimo, no se comprometen. Jesús tiene un mensaje especial para ellos ( Apoc. 3. 15-16) “Conozco tus obras, no eres frío ni caliente. Ojalá fueras frío o caliente; pero como eres tibio, ni frío ni caliente, voy a vomitarte de mi boca.” - El Señor Jesús es un buen patrón: Te da una misión y con ella todas las herramientas para cumplirla con éxito. - Promesas de Parte de Jesús si cumplimos con esta comisión: a) Si cumplimos lo que el nos manda no seremos sus seguidores, seremos sus amigos.(Jn:15:14) b) El estará con nosotros hasta el fin (Mt: 28:20b) c) Nos compartirá de su gloria y poder (Lc: 16:17-18) d) Jesús busca obreros el día de hoy ( Mt 9: 37-38) ¿Qué hacer para que nuestra misión produzca mucho fruto? 1.Ser discípulo de Jesús Textos de apoyo: Mc 3,13-14 “Después subió al monte, y llamó a sí a los que el quiso; y vinieron a el. Y estableció a los 12, para que estuviesen con El, y para enviarlos a predicar.” 2.Tener el Bautismo en el Espíritu (Misionar bajo el poder del Espíritu) Textos de apoyo: Lc 24, 49; “He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.” Hech 1, 4-5, “Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la5 cual, les dijo oísteis de mí. Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.” 3. Dejarse conducir por el Espíritu en la misión Textos de apoyo: Hech 8, 26-29; “Levántate y ve hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto. Entonces él se levantó y fue. Y sucedió que un etíope, eunuco, funcionario de Candace reina de los etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros, y había venido a Jerusalén para adorar, volvía sentado en su carro, y leyendo al profeta Isaías. Y el Espíritu dijoa Felipe: Acércate y júntate a ese carro.” Rom 8,14,” Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.” 4.Ser misioneros testigos de un Jesús Resucitado Textos de apoyo: Hech 5, 27-33,” Cuando los trajeron, los presentaron en el concilio, y el sumo sacerdote les preguntó, diciendo: ¿No os mandamos estrictamente que no enseñaseis en ese nombre? Y ahora habéis llenado a Jerusalén de vuestra doctrina, y queréis echar sobre nosotros la sangre de ese hombre. Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres levantó a Jesús, a quien vosotros matasteis colgándole en un madero. A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados. Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen. Ellos, oyendo esto, se enfurecían y querían matarlos.” 5.Ser enviados como los discípulos Textos de apoyo : Mc 16,15; “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.” Lc 10, 1,” Después de estas cosas, designó el Señor también a otros setenta, a quienes envió de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir”. 6.Acompañar la misión con oración Textos de apoyo: Lc 6,12; “En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios.” Mc 1, 35, ” Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se 36 fue a un lugar desierto, y allí oraba.” 7.Pedir a Dios acompañar la predicación del Reino de Dios con señales y prodigios Textos de apoyo: Mt 10, 7-8; “Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.” Mc 6, 7-13, ” Después llamó a los doce, y comenzó a enviarlos de dos en dos; y les dio autoridad sobre los espíritus inmundos. Y les mandó que no llevasen nada para el camino, sino solamente bordón; ni alforja, ni pan, ni dinero en el cinto, sino que calzasen sandalias, y no vistiesen dos túnicas. Y les dijo: Dondequiera que entréis en una casa, posad en ella hasta que salgáis de aquel lugar. Y si en algún lugar no os recibieren ni os oyeren, salid de allí, y sacudid el polvo que está debajo de vuestros pies, para testimonio a ellos. De cierto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para los de Sodoma y Gomorra, que para aquella ciudad. Y saliendo, predicaban que los hombres se arrepintiesen. Y echaban fuera muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos, y los sanaban”. Gabriel Salgado P tiempodealabanza@gmail.com