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Hermanos y Amigos

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Cuaresma - En espera de la Pascua de Nuestro Salvador

Cuaresma -Preparémonos para la Pascua de Nuestro Salvador
Queridos hermanos y amigos: El miércoles, 9 de marzo, comenzamos a vivir una fecha importante en el calendario Cristiano. Con la ceremonia del miércoles de cenizas, comenzamos a vivir el tiempo de cuaresma. Son cuarenta días que nos invitan a transitarlos en reflexión y oración.
En nuestro blog compartiremos temas relacionados con este periodo, que esperamos sean de ayuda e inspiración para todos ustedes.
( Para ayudarles a enriquecer sus actividades espirituales en este periodo, en la sección: ESTUDIOS AVANZADOS -Libros y documentos (Links de Descarga) . pueden bajar el cuadernillo de ejercicios espirituales titulado: Calendario de actividades para cuaresma. )

¿Qué es la Cuaresma?
La Constitución del Concilio Vaticano II sobre la "Sagrada Liturgia" (llamada Sacrosanctum Concilium) considera a la Cuaresma como el tiempo litúrgico en que los cristianos se preparan a celebrar el MISTERIO PASCUAL, mediante:
 Una verdadera CONVERSIÓN INTERIOR;
El recuerdo o celebración del BAUTISMO;
Y la participación en el sacramento de la RECONCILIACIÓN (SC 109-110).
Para alcanzar estos grandes objetivos espirituales, la Iglesia nos propone intensificar las siguientes prácticas:
• La lectura y meditación de la PALABRA DE DIOS;
• La ORACIÓN (personal y comunitaria);
• La PENITENCIA (ayuno, abstinencia, otros sacrificios);
• La LIMOSNA (aliviar las necesidades de los otros).
La CELEBRACIÓN DE LA PASCUA es, por tanto, la meta a la que tiende toda la Cuaresma. Cristo llega a la Resurrección, luego de conformar su vida a la Voluntad de Dios lo cual incluye el Viernes Santo... Nosotros -sus seguidores- durante la Cuaresma revisamos nuestra vida para purificarla y hacerla semejante a la de Jesús. Con las prácticas cuaresmales podemos experimentar más intensamente, el sentido último de la vida cristiana: "padecemos juntamente con Él, para ser también juntamente glorificados" (Rm. 8, 17).

Historia de la Cuaresma
Cuando nos empezábamos a acostumbrar al color verde, aparece el morado, color serio, grave, que no invita a la euforia sino al recogimiento y a la reflexión.
Comienza la Cuaresma: gran retiro espiritual preparatorio para la "fiesta de las fiestas": La Pascua.
Fue en el siglo IV -después de muchas variantes- que se fijaron los "cuarenta" días. (Conviene saber que en aquellos "piadosos" años se ayunaba todos los días menos los sábados y domingos).
La Cuaresma, tradicionalmente, tuvo un triple componente: la preparación pascual; el catecumenado y la penitencia canónica. San León -Papa entre los años 440 y 461- enseñaba que "la Cuaresma es un retiro colectivo de cuarenta días, durante los cuales la Iglesia, proponiendo a sus fieles el ejemplo que le dio Cristo en su retiro al desierto, se prepara para la celebración de las solemnidades pascuales, con la purificación del corazón y una práctica perfecta de la vida cristiana".
Está clara la propuesta de conversión interior para toda la comunidad. Además el primer domingo de Cuaresma se inscribían los "elegidos" para recibir el bautismo (éstos habían tenido una preparación de tres años llamada "catecumenado"). Éste era el segundo motivo de las prácticas cuaresmales: acompañar con la oración y la penitencia a quienes recibirían el bautismo de la Vigilia Pascual.
Este fraterno acompañamiento se aplicaba, también, a los hermanos que habían recibido "especiales penitencias" (penitencia canónica) por sus pecados y cuya reconciliación con la Iglesia se producía el Jueves Santo.

¿Por qué Miércoles? ¿Por qué la ceniza?
La duración de la Cuaresma -el tiempo de preparación a la PASCUA, la fiesta de las fiestas- sufrió muchas variaciones hasta quedar fijada en cuarenta días. Como se los contaba "desde" el Domingo de Pascua, los cuarenta días caían en domingo (ese domingo se llamaba precisamente domingo de "cuadragésima").
La Iglesia -antiguamente- acostumbraba reconciliar a los "penitentes públicos" el Jueves Santo. Por eso, seguramente, "alguien" pensó que ese día debían concluir las rigurosas penitencias que realizaban. Entonces, para que siguieran siendo "cuarenta días", el comienzo del ayuno se remitió al miércoles previo a ese primer domingo. En una palabra: cuarenta días previos al Jueves Santo caen en día Miércoles.
¿Y por qué la Ceniza? Porque con ella eran rociados los penitentes públicos como parte del rito de reconciliación. Al desaparecer la penitencia "pública", la Iglesia conservó ese rito penitencial. El Papa Urbano II, a fines del siglo XI, lo extendió a toda la cristiandad.
La ceniza es el símbolo "natural" (no inventado por el hombre), de "lo que fue" y "ya no existe", desde un papel, un carbón... hasta los restos del ser humano.
La ceniza es el "residuo", lo que queda después de que algo se destruye por el fuego. Este elemento natural, casi impalpable, que desaparece "al menor soplo", siempre tuvo para el hombre resonancias y evocaciones muy profundas.
En la Biblia se la utiliza como símbolo de lo efímero, de lo precario, de lo transitorio, de lo que pasa rápidamente (ver Job 13, 12). Por lo mismo adquiere un significado de dolor, llanto y sufrimiento y pasa a ser una "señal", un símbolo del reconocimiento del propio pecado y de la consiguiente voluntad de penitencia.
La ceniza que se emplea el Miércoles de Ceniza, se hace con los ramos bendecidos el año anterior el Domingo de Ramos. Antes de aplicársela en forma de cruz sobre la frente (también se puede esparcir un poquito de ceniza sobre los cabellos) se bendice con una fórmula que se refiere a nuestra condición pecadora y a la conversión; a la vez se pide la gracia necesaria para que los cristianos -mediante la práctica cuaresmal- nos preparemos con esmero a celebrar la PASCUA DE JESÚS.
El Sacerdote, al aplicarla, dice una de estas dos fórmulas. "Acuérdate que eres polvo y al polvo volverás" (Gn. 3, 19) o "Conviértete y cree en el Evangelio" (Mc. 1, 15). Las dos se complementan, mientras la primera nos recuerda "cómo se pasa la vida", la otra apunta a la actitud de conversión interior, a la vuelta de Cristo.
El simbolismo de la ceniza es denso, profundo, conmovedor.
Todo se convertirá en ceniza: mi casa, mi ropa, mi televisor, mi dinero, el perro que me acompaña,  las personas que he amado y aquellos que he temido. Lo que sobre la tierra me ha parecido grande y lo que me ha parecido pequeño... todo será ceniza.
Pero por encima de esta condición débil y caduca del hombre que nos provoca pensamientos de honda reflexión y humildad, por encima de nuestra condición pecadora y frágil que reclama arrepentimiento, penitencia y conversión interior, la Iglesia nos recuerda que la Cuaresma es el itinerario hacia la PASCUA.
Penetrándolo todo está la fuerza salvadora y sanadora de Cristo que "vino para que tengamos vida y la tengamos en abundancia", ya que "él no quiere la muerte del pecador sino que se arrepienta y viva", porque él "es la Resurrección y la Vida".
En cada "signo" de la Cuaresma debemos descubrir la voz amorosa de Jesús, exclamando: "No rechazaré a nadie que venga a Mí".
Continuaremos con: (razones para el ayuno y la abstinencia y reflexiones para cuaresma)
Texts taken from: poraccioncatolica.com

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