La vida es hermosa si tienes a Dios contigo

Hermanos y Amigos

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"El Señor es mi Pastor, nada me faltará."


Amigos y hermanos: en esta semana en que el mundo nos hace recordar a nuestras madres, me viene a la mente con una fuerza increíble los consejos constantes de mi mamita que me invitaban, desde mi más tierna infancia, a mantener una fé absoluta en el creador. ¿Cómo no recordar sus palabras que me invitaban a poner toda mi confianza en Dios, porque en su vida ella había comprobado innumerables veces su presencia, su actuar y su pródigo amor de Padre? Un día me habló del salmo 23 y me dijo que su contenido era tan verdadero como la vida misma. Desde entonces, y a lo largo de mi vida, cada vez que la duda toca la puerta de mi alma  vuelvo a recorrer sus líneas y la fe en la fidelidad del Señor para conmigo brota como renuevo en primavera.
El dice así:
“Yahvé es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia  por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Yavéh moraré por largos días.”

Años más tarde le encontré su complemento perfecto en el salmo 91 que nos dice:

“El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Yavéh: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré. Él te librará del lazo del cazador, De la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad. No temerás el terror nocturno, Ni saeta que vuele de día, Ni pestilencia que ande en oscuridad, Ni mortandad que en medio del día destruya. Caerán a tu lado mil, Y diez mil a tu diestra; Mas a ti no llegará. Ciertamente con tus ojos mirarás Y verás la recompensa de los impíos. Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, Al Altísimo por tu habitación, No te sobrevendrá mal, Ni plaga tocará tu morada. Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, Que te guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán, Para que tu pie no tropiece en piedra. Sobre el león y el áspid pisarás; Hollarás al cachorro del león y al dragón. Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. Me invocará, y yo le responderé; Con él estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré. Lo saciaré de larga vida, Y le mostraré mi salvación.”

 Qué palabras más llenas de esperanza. Qué sublime  paz es la que embarga a quién las lee con corazón abierto. Estas son palabras profundas, repletas de amor y fidelidad del creador por quién le cree y camina con EL.  

 Ahora, frente a tanto rumor de terremoto en nuestra patria, frente a tanta violencia, frente a tanta injusticia, incomprensión y dolor que a veces hacen mi confianza trastabillar, tomo mi biblia y estos salmos despiertan, brillan, me inundan y recobrando las fuerzas me hacen decir  a los cuatro vientos y a quién me quiera escuchar que manifiesto mi absoluta fe en Dios Padre, en Jesús, mi Señor, y en ti mi dulce Espíritu Santo. Ustedes, por su gran fidelidad, no permitirán que nada malo me pase ni a mí ni a mis seres queridos, ni a los miles de hijos tuyos repartidos a lo largo y ancho de nuestra patria. Aunque el mundo se derrumbe a mis pies yo te dijo: " Jesucristo, yo confío en ti".

¿ Y tú hermano, en quién o en qué tienes puesta hoy tu confianza?

2 comentarios:

reparacion lavadoras dijo...

Gracias Dios por ser mi roca, mi fuerzas en ti son renovadas, buen post adelante llevando eL mensaje de Dios

Hader dijo...

Siempre en nuestro Dios único y verdadero....