Mi corazón está triste y aún no salgo completamente del schock que me provocó ver la Catedral metropolitana víctima del vandalismo y la intolerancia, con personas tan fuera de sí, que no importandole el lugar que habían invadido, proferían groserías, se desnudaban y rayaban los altares y paredes con consignas en contra de Dios, la iglesia y todo lo que tuviera que ver con ella, profanando la santidad de nuestra catedral. Un grupo de seres que por ese medio intentaba defender lo indefendible, como es privar del derecho a la vida a quienes no se pueden defender... Que manera de contradecirse. Aquellos que furibundos defienden la libertad de opinión y de elegir, no toleran nuestra elección por la vida que como cristianos hemos hecho, siguiendo las enseñanzas de nuestro maestro Jesucristo, Rey de la vida. ¿Se imaginan ustedes que si a alguien no le gusta su postura frente a un tema determinado, se sienta con el derecho de invadir vuestra casa y destruir en ella todo lo que encuentre?. Que triste espectáculo han dado.
Pese a todo, no guardamos rencor y lo mejor que podemos hacer es seguir al pié de la letra las palabras del maestro de Nazareth que nos dice sin titubeos "Ama a tus enemigos. Bendice a los que te maldicen y Ora por los que te persiguen. Eso es Amar” (Mateo 5:44) Hermano(a) ¿tienes pena, rabia, te sientes impotente?, hoy te digo: oye a JESÚS y orar por ellos.
"Te rogamos , Padre de los cielos, que la luz de tu Santo Espíritu ilumine las mentes y almas de aquellos compatriotas nuestros que a falta de argumentos ven en el vandalismo y la violencia una vía de respaldar sus posturas oscuras y nefastas reñidas con el espíritu cristiano..."
Amigos y hermanos: "No podemos renunciar a nuestra defensa a la vida, y debemos seguir en esta vía por todos aquellos millones de niños abortados diariamente en el mundo
Bendiciones a todos(as)
Gabriel A. Salgado P.
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